You are missing some Flash content that should appear here! Perhaps your browser cannot display it, or maybe it did not initialize correctly.

¡Kosovo es Serbia!
Versión para impresoraEnviar a un amigoVersión en PDF

El Ejército de Liberación de Kosovo, mesnada de terroristas musulmanes nutridos con el narcotráfico y las ayudas Estados Unidos, ha declarado unilateralmente la independencia de esa provincia serbia. Un paso más del proceso de disgregación y vergonzoso fracaso a que representa Eurolandia.

Todo ello arranca del empeño germano, al que se unió el Vaticano, en conseguir la separación de la católica Croacia. Con ello abría una senda de despiece de la República Federal Yugoslava, animando una turbamulta de movimientos separatistas lanzados a la limpieza étnica de sus respectivos cotos. Conseguido el objetivo de implantación de un protectorado croata, Alemania se hizo a un lado, mientras los Balcanes se hundían en una sangrienta carnicería. Y ante la impotencia europea, los USA aprovecharon la ocasión para instalarse en la zona. Tras la oportuna demonización de Milosevic y de los serbios en general, los USA acudieron en ayuda primero del enclave musulmán bosnio y finalmente, de la secesión albano-kosovar.

Que nadie invoque la legalidad internacional en toda esta cuestión. La devastadora intervención yanqui no contó con el visto bueno del Consejo de Seguridad de la ONU, sino que se efectuó a través de la OTAN. Sus mortíferos bombardeos, que alcanzaron grandes sectores de la población civil serbia, fueron pilotados por el socialista español Solana, con el apoyo expreso de Aznar y del PSOE.

En 1999 las fuerzas y poblaciones de la antigua República Federal Yugoslava fueron bombardeadas por la OTAN para impedir que Belgrado pudiese hacer frente a la insurgencia albano-kosovar, al tiempo que el Ejército de Liberación de Kosovo llevaba a cabo una limpieza étnica contra los serbios del territorio. Desde entonces, la provincia, aunque formalmente integrada en Serbia, viene siendo administrada por la ONU, con presencia de tropas de la OTAN que incluyen 780 militares españoles.

Sólo los intereses de los Estados Unidos, que incluyen la instalación de una poderosa base militar, explican que los narco-terroristas musulmanes de Kosovo se atrevan a proclamarse Estado independiente. Alemania se refugia por ahora en la ambigüedad, pero la mayoría de sus cipayos de Eurolandia se pliegan a la independencia de Kosovo e incluso piensan contribuir a ella con una “misión civil”.  En los hechos, el “Kosovo independiente” no será más que un protectorado yanqui de mayoría musulmana, dominado por las mafias y la corrupción, y con algunos observadores europeos… de la persecución de los serbios.

Provoca pasmo el plan estudiado en la ONU para Kosovo: por una parte reconoce la independencia kosovar, dando a los albano-kosovares la posibilidad de elegir su bandera, su himno nacional y una nueva Constitución, pero por otro aconseja impedirles la unión con Albania, a la vez que se niega a los serbo-kosovares la posibilidad de integrarse en Serbia.

La verdad es que con esa independencia, los Balcanes vuelven a entrar en erupción. Sólo es cuestión de tiempo que los serbios de Bosnia y Herzegovina planteen su derecho a ser tratados como los kosovares. O que éstos pretendan unirse a Tirana, para expandir la Gran Albania. O que la onda expansiva kosovar afecte a las minorías albanesas de Montenegro y Macedonia.

Pero hay que ir más lejos. Corresponde al presidente ruso, Vladimir Putin, el mérito de haber puesto a Eurolandia ante sus propias contradicciones en este asunto, recordando que en la guerra de 1999 las atrocidades se cometieron por los dos bandos y que apoyar el separatismo albano-kosovar constituye un precedente muy peligroso para países, como la propia España, que sufren también tensiones secesionistas.

Los separatistas vascos y catalanes no han tardado un segundo en arrimar el ascua a su sardina. No en vano su base teórica es exactamente la misma que la del secesionismo albano-kosovar: el criminal nacionalismo étnico, manifestación de la barbarie propia del periodo imperialista que vivimos.

Por el momento, el gobierno de Zapatero ha manifestado su rechazo a la declaración unilateral de independencia por parte de los albano-kosovares. Pero las palabras no han venido acompañadas de retirada inmediata de nuestras tropas del territorio.

El Partido Nacional Republicano no tiene la menor duda de que, en cuanto pasen los comicios del 9-M, tanto el PP como el PSOE acabarán reconociendo a Kosovo como nación milenaria. El PP, a rastras de los USA. Y el PSOE, a rastras de las grandes potencias de Eurolandia, para no quedarse cada vez más en su furgón de cola. ¿Alguien puede creer que quien ocupe el próximo gobierno de España, sea Zapatero o Rajoy, se enfrentará a los líderes europeos y a Washington a la vez? Ahora están mintiendo como bellacos. Si dicen que no reconocerán a Kosovo es por puro electoralismo: para no ser acusados de sentar un inequívoco precedente para la independencia del País Vasco y de Cataluña.

Pero la puerta abierta en Kosovo ha sentado ese precedente de modo irremediable. ¿Bombardearán algún día Madrid los USA para defender a los separatistas vascos, catalanes o gallegos? En cualquier caso, está claro lo que hará Eurolandia: reconocer como Estados a Cataluña, País Vasco, o Galicia será cosa de cada estado miembro de la UE. Y esta desgracia no se limitará a España; veremos lo mismo, además de en los Balcanes, en Flandes, Padania, Gales, Escocia, Córcega, etc.

 

¡Yanquis, idos a casa!
¡No a la Europa de las tribus!
¡Kosovo es el corazón de Serbia!
¡Fuera tropas españolas de los Balcanes!