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De la tregua al desarme, de Zapatero a Rajoy
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El "proceso de paz" con ETA iniciado por el gobierno del PSOE de Zapatero, ha tenido plena continuidad con el gobierno del PP de Rajoy: más de una década de negociaciones secretas y cambalaches con la banda terrorista con el conocido resultado del libre acceso a las instituciones representativas de sus franquicias políticas, el acercamiento de presos, excarcelaciones de los etarras más sanguinarios, paralización de detenciones o en su caso entregas pactadas a las policías francesa y española de miembros de la banda, la desactivación y burla de la asociaciones de víctimas del terrorismo y el olvido impuesto a la sociedad española. Era necesario el cese acordado con la banda y todo este tiempo para debilitar y borrar el recuerdo de sus atrocidades. No habrá amnistía como tal, porque no hay marco legal para ello, pero los etarras saldrán a la calle, y muchos de ellos y sus secuaces del entorno abertzale no tendrán que responder nunca ante la justicia. 
 
Desde el alto el fuego al reciente anuncio de la entrega de los arsenales chatarra de ETA, lo que se ha dado durante todo este periodo es, simplemente, la colaboración con banda armada de los gobiernos del régimen borbónico, el mismo régimen que antaño recurriera al terrorismo de Estado de los GAL y la cal viva.
 
Esta organización separatista siempre ha sido funcional a la agenda del régimen borbónico: su actividad criminal sirvió como uno de los argumentos para adoptar el Estado Autonómico durante la "transición". Bajo la presión de sus asesinatos se justificó que este modelo de ex centralización político de carácter etno- lingüístico aplacaría las aspiraciones del nacionalismo vasco y catalán. Por el contrario, a la luz de los hechos, no han cejado en su empeño disgregador, incluso se ha agudizado 40 años después, tal y como muestra actual capítulo secesionista de Cataluña.
 
Es absurdo exigir al régimen en connivencia con la banda armada ETA que no conceda ni amnistía ni perdón a sus integrantes, colaboradores y entramado. Ahora que ha quedado amortizada ETA, en contrapartida, les debe de procurar un pacífico retiro fuera de las cárceles.
 
Pero sus crímenes racistas, anti españoles, no pueden ser olvidados: 852 persona fueron asesinadas y otras tantas heridas y mutiladas por el simple hecho de ser españoles.
 
No habrá justicia pues bajo este régimen corrupto, sino destituyéndolo.