Queda al descubierto, nuevamente, toda la demagógica y mentirosa estrategia desplegada por el PRISOE desde las elecciones que le llevaron al poder: discurso antinorteamericano y pacifismo a ultranza, línea de “No a la guerra de Irak”, y retirada de nuestras tropas, que contribuyó junto con los atentados “islámicos” a la victoria de Rodríguez. Irak es fórmula mágica incluso en la actualidad: la guerra de Irak se ha convertido en ese argumento recurrente habitual de Zapatero, junto a una retórica incesante pacifista, para frenar el desgaste que está sufriendo.

Sin embargo, los hechos son contundentes: la fragata española Álvaro de Bazán participó en misiones de guerra entre el 10 de septiembre y el 3 de diciembre pasados en el Golfo Pérsico, formando parte del grupo de combate del portaaviones nuclear estadounidense Theodore Roosevelt.

Por lo que respecta a su equipamiento armamentístico, está compuesto por una impresionante panoplia de mísiles, pero lo más llamativo de este cascarón  perteneciente  a la ONG humanitaria que, según Bono, son nuestras fuerzas armadas, es que está dotada del Aegis, el sistema de detección y gestión operativa de mísiles más sofisticado del mundo, imprescindible para integrarse bajo el mando de cualquier misión norteamericana en su estrategia de “guerra global contra el terror” allí donde los intereses geopolíticos de USA lo impongan.

La misión de este buque, el más moderno de la flota española, ha sido la de proporcionar “apoyo aéreo y marítimo” a las tropas de la ocupación imperialista de Irak y garantizar la seguridad de las plataformas petrolíferas.

Durante la segunda semana del mes de noviembre pasado, el grupo de combate prestó apoyo a la operación Cortina de Acero, en la que, durante cinco días, se produjeron ataques contra supuestas células de Al Qeda identificadas a lo largo de la frontera de Siria e Irak.

Estos datos pertenecen a la información que, durante este tiempo, ha estado suministrando puntualmente la propia Marina de Estados Unidos a través de su web oficial, acompañada de fotos que sitúan a la fragata en el Golfo Pérsico en distintas fechas.

Es más, la dirección de comunicación de la empresa Navantia, antes Izar, distribuyó el pasado día 12 de diciembre una nota de prensa con cuatro fotos y un titular: «F-101: primer buque extranjero integrado en un grupo de combate estadounidense». Una de las fotos localiza al buque español en el Golfo Pérsico. Corresponde al día de la despedida de la misión, el 3 de diciembre. Las otras tres fueron realizadas el 6 de diciembre.

A la vista de lo expuesto, todo parece indicar que la fragata Álvaro de Bazán ha estado en una misión de guerra, bajo bandera estadounidense, de la que en modo alguno había informado en tiempo y forma al Congreso.

No podemos afirmar que estos comportamientos miserables sean extraños a la tradición del PRISOE. Recordemos que Felipe González nos ocultó el permiso concedido a Estados Unidos para que sus aviones no sólo utilizaran las bases españolas como escala en su itinerario, sino para ser cargados de bombas y repostados en la anterior guerra de Irak y que fue el entonces primer ministro británico, John Major, en unas declaraciones realizadas en la sesión de control de los Comunes, quien nos puso al tanto de la actividad de los B-52 sobre nuestro cielo y nuestro suelo.

Las “infinitas ansias de paz” de Rodríguez se traducen en que España tiene más soldados en el exterior que nunca. Rodríguez ha enviado tropas a Afganistán y Pakistán. Somos el primer contingente en Afganistán. Y finalmente, se descubre que, a escondidas del Congreso, también se combate en Irak. Recordemos también la promesa de que nunca habría soldados españoles en ninguna parte del mundo sin un mandato del Congreso.

Rodríguez ha instrumentalizado tanto la guerra de Irak que ahora toda su mendacidad repugnante termina aflorando a borbotones. Queremos una explicación por respeto a los españoles. Especialmente, esta vez, por respeto a los españoles que les votaron. Por respeto a nuestras fuerzas armadas, utilizadas de tapadillo, de modo vergonzante, al servicio de una guerra imperialista. Rodríguez nos ha hecho dar los nuevos pasos en la guerra que Aznar no pudo dar. El Ejecutivo socialista está integrado por demagogos asquerosos que intentan hacerse perdonar por los USA.

Mientras permanecemos a la espera de las explicaciones de Rodríguez y Bono, aguardamos las manifestaciones de los “¡No a la Guerra!”, ésta vez, al grito de “ZP asesino”. Tememos incluso por la integridad de las sedes del PSOE, que sin duda serán asediadas y atacadas a pedradas por los Bardem, Sabina y otros santos indignados ante la traición de Rodríguez. Esperamos los manifiestos de los subvencionados abajo firmantes de siempre. Pero seguramente esperamos en vano. Ya han conseguido llegar al gobierno.

España no se merece un gobierno que le mienta.
Fuera tropas españolas de Afganistán.
Fueras tropas de Irak.
Dignidad para nuestro Ejércitos