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ETA no chantajea a Zapatero: colabora con él
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En Baracaldo, el domingo día 14 de mayo, Rodríguez Zapatero anunciaba ante su público que en junio comunicaría a los partidos políticos el inicio del diálogo con los terroristas de ETA. En contra de su solemne compromiso de hace un año, Rodríguez no acudirá al Congreso para solicitar la aprobación de las fuerzas parlamentarias al inicio de ese “diálogo”.  En estos días, mientras transcurrían las jornadas del debate sobre el estado de la Nación, a la par que Rodríguez ofrecía modificar la ley para acomodar a los batasunos y etarras, Patxi López, líder del PSE, declaraba que mantendrá contactos con ilegalizada formación terrorista de Otegui.

 

Los hechos

Cuando sólo han pasado dos meses desde que ETA anunció “un alto el fuego permanente”, Rodríguez ya ha dado por hecho que se están cumpliendo las condiciones para abrir la negociación con los terroristas. Inmediatamente, Rubalcaba ha comparecido para dar por cerrado lo que el PRISOE denominó “periodo de verificación”. El alto el fuego, según Rubalcaba, «es completo y real». Ya no son necesarios más informes policiales sobre ETA. Tampoco importan. Los hace el mismo Rubalcaba, el ex ministro portavoz del GAL.

Y todo esto ocurría cuando los propios etarras reconocían en Gara que continuarán extorsionando a empresarios como parte de su labor de financiación. Que seguirán siendo necesarias las “expresiones de defensa popular” tales como la voladura del local de un concejal de UPN en la localidad navarra de Barañáin, el ataque a una oficina de seguros en la localidad vizcaína de Guecho, las agresiones contra las sedes del PNV y el PSE, UGT y el domicilio de la edil socialista de Azkoitia... a todo lo que hay que sumar el frenético movimiento de aprovisionamiento de la banda en Francia y el que, tras reafirmar la vigencia de su programa máximo –autodeterminación, anexión de Navarra, etc.–, ha presentado a través de Batasuna una comisión negociadora para «poner en marcha el proceso político en Euskal Herria». Otegui amenaza un día sí y el otro también con que “el proceso” se romperá si no se otorga inmunidad judicial a Batasuna. Tiene la plena confianza en que, haga lo que haga, el PSOE le exculpará. Y, en efecto, en recientes manifestaciones, Rubalcaba ya sólo demanda a Batasuna una “condena de la violencia”, para la justicia pueda adecuarse a las nuevas circunstancias y oportunidades.

 

¿Chantaje al PRISOE? Una visión para la impotencia

Ante tanta prisa cobra cierta fuerza la idea de un chantaje. Al parecer, Rodríguez Zapatero se aviene a todo lo que le dicta Otegui porque es víctima de la coacción de ETA... por lo ocurrido en el 11-M. Pero, ¿de qué chantaje se trataría?

Si, como algunos especulan, ETA fuese la verdadera autora de los atentados del 11-M, el chantaje consistiría en la amenaza de auto-inculparse. El más elemental sentido común excluye que ETA pudiese reconocer jamás esa autoría, de ser cierta. Y no por el impacto brutal que la revelación arrojaría sobre el propio movimiento abertzale –esa escoria criminal podría incluso enorgullecerse–, sino por el hecho  que supondría dar las razón a las tesis del PP en marzo del 2004. Si esto fuese ventilado por ETA, asestaría un golpe demoledor al PRISOE, por su encubrimiento de la autoría real de los atentados, la imputación de la misma a inocentes mediante pruebas falsas y la ejecución de cabezas de turco en el teatro de Leganés. Pero entonces, toda posibilidad de avance de los planes de ETA se desvanecería durante un largo periodo.

Si, en cambio, los autores de los atentados fueron sectores próximos al PRISOE y, por cualquier circunstancia, ETA estuviera al corriente, ¿no representaría para ETA un arma formidable la amenaza de divulgarlo? Menos aún, si cabe, que en el caso anterior. En este supuesto, el desvelamiento de tal autoría significaría lisa y llanamente la ilegalización y expulsión del PSOE de la historia de España y la fuga y exilio de sus mentores y soportes financieros y mediáticos. Las posibilidades de medro de ETA se volatilizarían para siempre.

 

PRISOE: flagrante delito de colaboración con banda armada

Por todo ello, resulta inverosímil y estéril sostener que Zapatero es prisionero de ETA.  Las tesis del chantaje ignoran que ETA no es nada sin Zapatero. Y son especialmente dañinas porque eximen al PRISOE de su verdadero carácter perverso. El PRISOE no actúa compelido bajo el temor a ser delatado por sus presuntas fechorías. Actúa de modo propio: en primer lugar, Polanco, Cebrián, Zapatero, Rubalcaba y demás odian a España al igual que ETA. En segundo lugar, piensan básicamente lo mismo que piensan los terroristas. Como ha dicho Zapatero, la violencia de los terroristas es una respuesta a los «océanos de injusticia y pobreza». Una respuesta quizá desviada, pero justificable y merecedora de comprensión porque, a fin de cuentas, ataca a los supuestos causantes de la injusticia. El PSOE coincide con ETA en la necesidad de desmembrar España, opresora de las “identidades” o “realidades nacionales”.

Zapatero no se rinde ante ETA. En estos momentos, ETA está dirigida por el PRISOE y no al revés. El Gobierno lleva tiempo insuflando oxígeno, financiando y controlando a ETA. Ésta no hace nada sin que el gobierno lo sepa. No hay rendición, sino colaboración.

Y, por lo mismo, no hay negociación, sino confabulación. Una dinámica pactada en todos sus ejes estratégicos esenciales: amnistía escalonada a través de reagrupamientos, excarcelaciones e indultos; legalización de Batasuna; elecciones; gobierno PSE-Batasuna; “nuevo marco jurídico” con Nación Vasca, autodeterminación y anexión encubierta de Navarra.

 

La confabulación

Quedan pendientes los ajustes tácticos que impone en cada momento la escenificación del pacto, para que tanto Zapatero como Ternera puedan salvar la cara ante su público. Corresponde al gobierno presentar a los etarra-batasunos como campeones de la paz y defenderlos frente a la justicia. Después de haber puesto firmes a los fiscales, ahora se trata de depurar a los jueces que se resistan a prevaricar. Maquillar ante los españoles la realidad del “proceso”, presentando como “paz” lo que no es más que otro paso adelante en el descoyuntamiento de España, esta vez en colaboración con los terroristas. Poner en prietas las filas a las escuadras de la sección femenina del régimen, bajo el mando de la camarada Bardem, para el reparto de fétidas rosas blancas en honor a ETA. Seguir intentando la división, asfixia económica y, en su momento, represión de las víctimas del terrorismo. Utilizar la capacidad de intimidación de ETA para doblegar a los vasco-españoles y a los españoles en general. Es Zapatero quien quiere ahora recoger las nueces.

Una legislatura sin muertos por terrorismo es un lema envidiable para la campaña del PRISOE. Con los medios de comunicación en sus manos, será un producto que grandes sectores de borregos estarán dispuestos a comprar.

ETA también debe vender ante su público. Tiene ya asegurados objetivos mínimos: acercamiento y liberación gradual de presos, manga ancha en procesos judiciales, presencia normalizada en instituciones y retiro honorable y decoroso para veteranos.

Luego vendrán elecciones y el intento de reeditar la estrategia seguida en Cataluña. El cambio de Régimen que está llevando a cabo Zapatero pasa, al menos en una primera etapa, por marginar al PNV y beneficiar políticamente a ETA-Batasuna. La parlamentaria del PSE Gemma Zabaleta, que conoce perfectamente la hoja de ruta de Zapatero, se mostró hace poco partidaria de un gobierno vasco formado por su partido y por Batasuna. ETA-Batasuna aprovechará la ocasión para conseguir un doble objetivo: ganarle el pulso a  sus grandes competidores del PNV e intentar radicalizar al máximo la consulta de autodeterminación que acuerde previamente la mesa de partidos.

El gobierno de los trenes y la banda terrorista caminan juntos de la mano. Aquellos quienes enterraron en cal viva a Lasa y Zabala se compadrean hoy con quienes descerrajaron el tiro en la nuca de Miguel Ángel Blanco.