Como al déspota marroquí Mohamed VI, el Borbón brinda su amistad al subsahariano Obiang. Éste es otro tirano africano que engorda sus cuentas personales con ceros, mientras sus súbditos se hunden en la absoluta miseria. Al Borbón no parece importarle, y le ha recibido en
El guineano dispone del petróleo de su pueblo como patrimonio personal, y hay que agasajarle. Repsol y otros sectores del empresariado español quisieran invertir en el país tropical. El rey está familiarizado con el trato con dictadores. ¿Quién mejor que él para oficiar de relaciones públicas en la presente ocasión? Debe cuidar de los negocios de sus amigos.
Y, por supuesto, los pajes de la Corona se han prestado a los agasajos, empezando por Zapatero, autor de la invitación. También don Mariano, invocando como siempre las “razones de Estado”.