El Partido Nacional Republicano (PNR) condena el ataque decidido por el presidente georgiano Mijaíl Saakashvili contra la población de Osetia del Sur. Este ataque, iniciado el 7 de agosto con artillería y cazabombarderos armados de lanzacohetes múltiples Graad, ha culminado con la toma de la capital suroseta, Tskhinvali. Como ha admitido Sarkozy en las posteriores conversaciones de cara a un armisticio, esta ofensiva ha podido revestir tintes de genocidio.
El PNR aplaude la intervención de las tropas destacadas por
El PNR apoya la decisión del parlamento y del presidente de
El PNR considera que estas decisiones aportan un hálito de esperanza a las minorías rusas que, al desmoronarse
Todo lo anterior no supone respaldo alguno al régimen social y político imperante en Rusia. Tras la bancarrota del sistema capitalista de Estado dominante durante décadas en ese país, parte de la nomenklatura reinante en el mismo se adueñó de los principales instrumentos de la economía nacional para erigir un sistema capitalista “normal”, es decir, sometido a la finanza y a lo grandes oligopolios, camuflando esa reconversión con algunos oropeles del sistema político liberal vigente en Occidente. Los trabajadores rusos deberán reemprender, tarde o temprano, su lucha por la democracia y por un socialismo auténtico.
El PNR denuncia la política de doble rasero y de intoxicación informativa que prevalece entre nosotros. En 1999 los USA bombardearon durante casi 80 días Serbia, por el único delito de reivindicar una provincia clave de su historia, Kosovo. Escasamente nueve años después han reconocido la independencia de Kosovo, otorgando un aliciente a todas las fuerzas de desintegración nacional del continente, asestando un bofetón a Rusia, aliada de Serbia y apoyando la creación de un Estado islámico en Europa. Y ahora, en cambio, han aplaudido con entusiasmo los ataques del capo georgiano Saakashvili a Osetia del Sur, calificando a ésta de “provincia separatista”, cuando se trata de una región pro-rusa, de facto independiente, y han clamado su indignación ante la intervención rusa.
En 1991, Georgia se separaba de Rusia y encuadraba a la fuerza dentro de sus fronteras a Osetia del Sur, poblada por una mayoría que en enero de 1992 votó a favor de su incorporación a Rusia. Tras duros enfrentamientos, mediante un acuerdo entre Rusia y Georgia, se desplegaron en la zona contingentes de paz integrados por militares rusos, surosetos y georgianos.
En los años posteriores, los USA no han parado hasta llevar a
En particular, los USA y sus satélites aspiran a una posición de influencia sobre los Estados caucásicos. El corredor en Rusia e Irán es determinante para el control de las gigantescas fuentes de recursos energéticos de la región del mar Caspio. Como consecuencia, en Georgia, tras el acceso al poder de Mijaíl Saakashvili, ha tenido lugar un acelerado proceso armamentista con el apoyo de centenares de asesores militares norteamericanos, israelíes y ucranianos. Altos ex funcionarios de Israel han estado vendiendo sofisticado armamento a Georgia –además de entrenamiento militar– desde por lo menos 2001.
Finalmente, Saakashvili, envalentonado por la instalación del escudo de misiles en Polonia y Ucrania y con el apoyo de USA, ha desatado una ofensiva contra Osetia del Sur que ha causado numerosas víctimas entre su población civil y militares rusos destinados en misión de paz. Esta aventura no contaba con la reacción de Rusia de acudir en auxilio de sus soldados y de la población suroseta de nacionalidad rusa. El ejército georgiano ha sido fulminado en dos días.
El incendio se ha extendido a Abjasia, otra pretendida “provincia georgiana”. En Abjasia pasó algo similar a Osetia del Sur a comienzos de los 90. Ahora, cuando el gobierno georgiano se ha precipitado en el aplastamiento de Osetia del Sur, debiendo enfrentarse a tropas regulares rusas, los abjasios han decidido que había llegado la hora de levantarse de nuevo. Miles de voluntarios se han ofrecido para luchar contra Georgia; mientras que en Osetia del Norte y otras regiones del Cáucaso ruso, como Daguestán, Kabardino-Balkaria e Ingushetia, «han aparecido centros de reclutamiento de voluntarios para ayudar a Osetia del Sur», según relata RIA Novosti.
Si el meollo de la crisis actual es la lucha por el control de los oleoductos y gaseoductos del Cáucaso, el PNR estima que ese control corresponde a la esfera de influencia rusa y, en el futuro, a
Vuelve con todo ello
Seguimos en el periodo histórico de las crisis y de las guerras, periodo que abre también la posibilidad de la transformación social.